El exterior no es fácil pero con empeño se consigue. Pero el interior es mucho más difícil, espero tener constancia para conseguirlo.
La transformación espiritual es un concepto más complejo de
lo que pudiéramos imaginar. Es el darle fuerza predominante a tu espíritu. No
es simplemente montar un altar o ir a la iglesia a encender velas y levantar
oraciones hacia el firmamento.
El cambio espiritual es transformarse desde su interior
hasta su exterior. Es el hecho de enfrentar las consecuencias y obstáculos de
esta vida con amor y con fe.
La transformación espiritual no es buscar refugio en los
conflictos o contrariedades de la vida.
Encender una vela y esperar que nos lleguen los pensamientos felices que nos
resuelvan nuestra vida.
El cambio espiritual es sumamente difícil porque requiere de
un hábito constante de superación sobre los obstáculos que se presentan durante
el proceso de la transformación espiritual.
Los obstáculos en la vida están presentes para que podamos
superarlos de una manera correcta. Al
principio los patrones negativos de la vida son difíciles de vencer pero cuando
tratamos de superarlos uno por uno podemos vencerlos todos y acercarnos más a
Dios.
Jamás podemos cambiar totalmente de la noche a la mañana.
¿Cómo podemos adquirir el cambio total que requiere la transformación
espiritual? La manera más efectiva es obtener una visión nueva de la realidad
que vivimos.
Es reemplazar un deseo por otro deseo superior utilizando la
voluntad humana. Es desarrollar el amor incondicional y la compasión en nuestra
vida diaria.
¡Ahí estamos! ¡Intentandolo!
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