Un hombre muy erudito acudió a visitar a un mentor para
rogarle que le aceptara como discípulo en la senda hacia lo Absoluto. Cuando
llegó a casa del maestro, fue recibido por un asistente del mismo, que le dijo:
- El maestro solicita que le contestes a las preguntas que
hay en esta lista, de acuerdo a tus conocimientos.
Como el visitante tenía, precisamente, muchos conocimientos,
respondió a las preguntas con toda facilidad, sin que ninguna le resultase
complicada. Cuando terminó de responder el cuestionario, el asistente salió de
la estancia, para regresar un rato después y decirle al visitante:
- El maestro me ha pedido que te comunique que has
demostrado una gran erudición y que por este motivo te aceptará como discípulo
dentro de un año.
El visitante se sintió muy halagado, pero un poco triste al
pensar que todavía tendría que esperar un año. Alegó:
- Pero si he contestado acertadamente a todas las preguntas
y he de regresar dentro de un año, ¿cuál hubiera sido el plan de no haber
respondido correctamente?
El asistente repuso:
- En ese caso, el maestro te hubiera aceptado hoy mismo como
discípulo; pero es obvio que necesita usted al menos un año para librarse de la
carga de muchos conocimientos inútiles que acarrea consigo.
REFLEXIÓN:
En las clases de yoga mental llevo muchos años diciéndoles a
mis alumnos que recurrimos a la meditación y al yoga no solo para aprender,
sino también para desaprender. ¡Hay tanto que desaprender! ¡Tanto de que
liberarse! ¡Tantos juicios, opiniones, estrechos puntos de vista, conceptos e
ideas que arrojar por la borda! ¡Tantos patrones, esquemas pautas y prejuicios
de los que liberarse! Desaprender emociones nocivas como celos, odio, envidia y
tantas otras; desaprender conductas perniciosas de mente, palabra y acto;
desaprender reacciones egocéntricas, dogmatismos, creencias obstaculizantes y
autoengaños. Al desaprender ya empezamos a aprender; al desaprender dejamos un
vacío para que pueda ser posible el aprendizaje y pueda surgir una nueva energía
de cordura y precisión, de claridad y ecuanimidad. Desaprender es desmantelar,
desmontar, liberarse de todo aquello que nos traba y nos estanca, incluidos
todos esos inútiles conocimientos teóricos y que no son realmente herramientas
para la transformación y la evolución consciente. Hay que desaprender del ego
para aprender del Ser.
Por Ramiro Calle
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