.

.

martes, 20 de diciembre de 2016

MEDITAR PARA TENER CALMA




Meditar es concentrarse en la respiración, la buena postura y el vacío. Al estar así atento se logra cierta calma mental. Si profundizamos en la práctica, la calma se generaliza a muchos aspectos de nuestra vida, e incluso llega a ser el fundamento sobre el que se construye día a día. En la calma mental todo se percibe de otra manera, a partir de la armonía y de la paz profunda en que se asienta lo real. Es el primer paso de una reconciliación con nuestra naturaleza, que en origen es dulce, tranquila y pacífica. La calma mental es lo esencial de la meditación y de toda práctica de cultivo personal, sea laica o religiosa, mediante yoga o chi- kun o sea escueta. Se viva en una ruidosa ciudad o en el silencio de una cartuja. Sea uno ateo, gnóstico o creyente.

No es meditación, el sentarse y relajarse, respirar y dejarse llevar por la mente a fantásticas aventuras o a visiones deslumbrantes, es enajenarse por la mente y anular la meditación, convertida en un fantasear y un divagar infructuoso. Es decir, eso no es meditar, es perderse en laberintos. No es que tales películas mentales tengan nada de malo, y si a uno le divierten bien está. Pero no nos sirven si buscamos centrarnos, contribuyen a despistarnos. Abandonarse a la divagación mental no debería confundirse con meditar.

1 comentario:

  1. Lo has explicado muy bien Dakota. Cuantos beneficios obtenemos de la meditación. Un abrazo y a practicar

    ResponderEliminar

Doy las gracias a todos los que pasaís por este espacio y especialmente a los que dejaís un comentario. Para mí es muy gratificante ver vuestras visitas y comentarios. Merci beaucoup. (Muchas gracias)