Descubrí que la báscula estaba rota y quiero pensar que por eso marcaba un peso que a mí no me gustaba nada. Cuando la reemplace continuaré dando los lunes el "peso ideal". Mientras tanto les voy a contar un caso verídico que me paso hace unos años al llegar al trabajo.
Nada más entrar me dice una persona (por supuesto mujer, que
somos las que nos soltamos las puyas)
-Dakota, ¿has engordado eh? Mis ojos como platos, -¿pero qué
dice esta...?
-Sí, sí, ¿no te has pesado? Con gran esfuerzo me controlé y
atiné a decir
-No, la verdad es que hace tiempo, (mentira y gorda, la
menda se sube todas las semanas a la báscula)- pero tampoco me noto que la ropa
me esté más pequeña, (esto la pura verdad)
-¡Ea! a mí me dicen que cada vez estoy más delgada.
-Grrrrrrr...¡Ay! contrólate Dakota, contrólate.
Y Dakota, es decir una servidora, le dedico una sonrisa y
dejo el tema zanjado dirigiéndome a mi puesto de trabajo.Pero claro, el tema no estaba zanjado para mi cabecita, que estuve todo el día acordándome de la frasecita.
A la mañana siguiente, ya sabéis lo que hice, pesarme y sorpresa
¿Cómo puedo tener esos ojos de báscula? Sí, para mi disgusto había engordado
setecientos gramos. Pero digo yo, ese peso apenas es apreciable en una persona
que te ve casi a diario, ni yo, me lo había notado. Vaya ojos de báscula que
tiene la señora, pero no le di el gusto de reconocérselo,
no, no, yo mutis. Seguro que si me hubiese visto más delgada no me había dicho nada. Es que somos así.
Jajajaja, qué bueno! Yo también me voy a pesar así. Por lo que dices que te paso, eso es muy frecuente encontrarnos personas que enseguida te dicen si has adelgazado un gramo o lo has engordado. Un abrazo y feliz semana
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